Este tercer cortometraje supuso un nuevo reto. En esta ocasión había que cumplir unos requisitos de guión los cuales consistían en hacer referencia a una región geográfica con la cual mantenemos lazos por cuestiones geográficas y hasta económicas. Pertenecemos a una región de ultramar con sus virtudes y problemas.
Pero no era éste el objetivo principal para la realización del cortometraje. Como siempre se trataba de aprender el idioma francés de una forma gratificante. Me apoyé en una historia llena de recuerdos y nostalgias y solicité la ayuda de otros alumnos que no pertenecían al tercer ciclo de primaria.
Una nueva experiencia que por tercera vez, resultó muy grata.
Se lo dedico a mis nuevos amigos portugueses que siempre me han ayudado cuando lo he necesitado.